Ayer mientras ordenaba mi dormitorio, encendí la televisión y quedé absorta cuando vi a mi amiga y compañera de universidad, Helen Mayne-nicholls, en un matinal que transmiten en el canal local, respondiendo consultas acerca de la técnica manual en resina con aplicaciones de flores prensadas. Inmediatamente tomé el teléfono y llamé al canal, sin obtener resultados.
Se veía linda, segura de si misma, simpática y muy reconocida por su trabajo. Helen es un ejemplo de mujer emprendedora, encontró ese algo que la activaba, creyó en el y hechó a correr su proyecto. Hoy tiene su propio negocio-taller de manualidades, una hermosa familia con dos lindos hijos ... transmite plenitud.
Pienso que a veces nos encasillamos en cosas tradicionales, tengo que estudiar una carrera para desarrollarme, o debo trabajar en algo estable, aunque gane poco dinero para mantenerme ... en fin ... el atreverse implica un riesgo, el cuál disminuye considerablemente si le pongo mi 100%, a la edad y en la condiciones que uno se encuentre. Ejemplo de esto es mi madre, otra mujer emprendedora, que con varios años más que los de Helen, abrio su mente y corazón a sus ideas y ahora no solo posee una micro empresa, sino que ha ganado fuerza, conocimientos y reconocimientos.
Nunca es tarde, solo hay que atreverse, aunque a veces sintamos que el temor nos vence ... yo estoy en la búsqueda, al menos la inquietud ya nació ...
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